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¿ La economía como en el fútbol ?: todos atrás y colgados del travesaño.

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La cotización del dólar ha pasado a ser un tema “ plus ” en el marco de la economía argentina. En especial en las grandes ciudades donde la industria, la producción y el comercio están pendientes de las variables de la moneda norteamericana.
Las medidas tomadas por el Gobierno nacional para la compra -venta del dólar con el propósito de evitar su escape al exterior, originó una suerte de nuevo “ corralito ” y la aparición del “ dólar paralelo ” junto a los conocidos “arbolitos”, proclives a crecer en los momentos de crisis.
Los reclamos de la población se van sumando junto con la incidencia que tiene el efecto dólar en la vida diaria de las personas. Tanto para el bolsillo que se achica con la inflación relacionada por el “ valor dólar ” en el movimiento comercial. Las consecuencias se extienden a limitar poder de ahorro, compras, y los controles que se deben superar para viajes de turismo a países limítrofes o más lejanos. Además, se anunció que los negocios inmobiliarios se realicen en pesos, aún cuando ese sector comercial estima verse perjudicado por las restricciones adoptadas con la divisa norteamericana.
El Gobierno intenta responder a las quejas por el efecto de las restricciones impuestas afirmando que el dólar está bajo control y la acción está destinada a neutralizar a una minoría “ que históricamente ha especulado con la cultura de la bimonetización ”.
Los economistas de la oposición analizan de una manera distinta y advierten sobre una posible recesión. En declaraciones recientes a la prensa Prat Gay alertó sobre una “ caída en el nivel de actividad ” por la restricción a la compra de dólares impuesta por el Gobierno. Y que los precios “van a empezar a ajustar” al valor del dólar paralelo en lugar del oficial si se mantienen “los cerrojos” para la compra de la divisa norteamericana.
“ Por las trabas a la importación, las empresas prácticamente no invierten y si no invierten no van a tomar nuevos empleados y va a haber menos demanda. Entonces a lo que ya teníamos antes como una desaceleración muy fuerte en la segunda mitad del año pasado, se le va a agregar más frío ”, analizó en declaraciones a una radio porteña. Según su visión, el llamado dólar paralelo “ de a poco se va transformando en una referencia en función de que la gente que quiere comprar el oficial no lo puede conseguir ”. Por eso, explicó que “si es una empresa, un productor de bienes o de servicios, el costo de reposición se va calculando cada vez más cerca del (dólar) paralelo que del oficial ”.
Cuando se le preguntó sobre qué hacer con los ahorros, consideró que “ en una economía que se enfría y que puede entrar en recesión, hay que ir tomando una cantidad de recaudos; si alguno pensaba comprarse un bien de consumo durable, o hacer una inversión fuerte, éste es un momento más bien para esperar, y no tanto para arriesgar ”.
En tanto Martín Redrado, quien en algún momento ejerció la presidencia del Banco Central Argentino, recomendó “ no gastar de más ” porque con esta medida y las ataduras a las importaciones, el Gobierno va a “ empujar a la economía hacia una recesión ”, dijo. Y aseguró el país va “ camino a una fenomenal caída del nivel de actividad y a bolsillos más flacos en todos los argentinos ”. Coincidió con Prat Gay al señalar en que es un ‘momento para esperar‘ y aconsejó ‘cuidar el peso‘ y no ‘gastar de más‘. Habrá que ver el grado de profundización respecto del camino actual con un control más duro aún, que genera simultáneamente atrasos adicionales del tipo de cambio oficial vs. los precios. Aceleramientos en el deslizamiento del dólar oficial sólo de modo circunstancial pueden acercar las brechas: de ningún modo esta eventual aceleración sustituye a una política económica integral. Llegado a esta instancia, se corre detrás de los hechos, viendo qué pasa y sin una hoja de ruta predefinida.
Otro destacado economista, Carlos Melconian – en un texto de su autoría – opinó en el diario La Nación que ‘en esta coyuntura argentina en particular, para los mayores de 40 años es reentrenarse. Para los menores, aprender. Estos controles al atesoramiento, al pago de importaciones, a la remisión de utilidades, generan inevitablemente mercados alternativos y precios superiores. Es éste un modelo de brecha cambiaria que tardó algunos meses para instalarse, pero llegó para quedarse’.
La pregunta es inevitable: ¿ estamos en un callejón sin salida ?. Para los economistas nombrados si no hay cambio, la adaptación habrá que hacerla también a los efectos colaterales que se generan.
Con el tiempo le ponen un piso más alto a la suba de precios y uno más bajo a la monetización de la economía en moneda local, son un escolllo insalvable para la inversión y se traba el consumo. “La tasa de ahorro natural de la economía – dicen – queda a la deriva, busca hacia dónde ir. Sin reaccionar, aun sin colapsos, el deterioro es continuo e irreversible ”.
Los pronósticos no son alentadores. El consejo de Prat Gay afirmando que el momento es más bien para esperar, y no tanto para arriesgar, se parece al del técnico de un equipo de fútbol que ya no puede perder más y ordena a sus jugadores: “ Todos atrás y a colgarse del travesaño para defender el cero ”.
Una teoría de “aguante” que, como siempre, correrá por cuenta y riesgo de la población.