No es la historia de la reconocida serie mundial, en donde un grupo de hombres y mujeres quedan atrapados en una isla del Pacífico, sin poder salir de ella. Pero lo cierto es que, los habitantes argentinos que viven en la Isla Apipé Provincia de Corrientes, son rehenes de una situación angustiante de hace muchísimos años. La Isla de Apipé, nos pertenece en toda su extensión, es territorio argentino, y las escuelas que educan a los niños argentinos hacen flamear todos los días nuestra bandera patria. Pero este ejercicio de soberanía termina ni bien se tocan las aguas del río Paraná, las aguas que rodean a la Isla pertenecen al Paraguay.

Un ciudadano argentino que vive en la Isla, pero trabaja en cualquiera de los pueblos costeros, como Ituzaingó o Ita Ibaté, debe realizar a diario los tramites migratorios, basta con escuchar el relato de los lugareños que viven con asombro semejante irracionalidad.

Por el Decreto 1585/82, firmado por el entonces Presidente de Facto del País Reynaldo Bignone, se aprobó la delimitación realizada por la Entidad Binacional Yacyretá. Hace varios años, se comenzó a gestionar ante la Cancillería la recuperación de la soberanía perdida, pero a pesar de los pedidos no se arribó a ninguna solución.

El malestar diario del personal docente que debe transitar todos los días para dictar clases a la isla Apipé, estos trabajadores de la educación deben solicitar una autorización a Migraciones, para salir de la Argentina e ir a la Argentina. Además se registran a diario incidentes, incluso armados, entre pescadores de Apipé y Paraguay, en los cuales los apipeños se ven reducidos en derechos debido a que la Marina paraguaya es la que tiene jurisdicción en esas aguas, a pesar de la presencia de un destacamento de la Prefectura Naval Argentina en el territorio insular. Los pescadores paraguayos, actúan con total libertad, claro que en una situación similar cualquier ciudadano lo haría, están en su territorio. Si un apipeño quiere pescar tiene que hacerlo a escondidas y soportar amenazas, muchas del ellas violentas, hasta ser amedrentados con armas de fuego. La Marina paraguaya patrulla constantemente la zona isleña, con el simple objetivo de evitar que argentinos vivan de la pesca.

En el mes de Marzo los presidentes de Paraguay, Fernando Lugo, y de Argentina, Cristina Fernández, celebraron el alcance de la cota definitiva de la represa Yacyretá. En ningún momento la necesidad de recuperar la soberanía de aguas perdidas ocupó la agenda de la actual Cancillería encabezada por Héctor Timmerman. El ministro nunca se ocupó de esta cuestión, siendo un fanático de las redes sociales, ni siquiera dedicó un “twit”, a la situación dramática de estos argentinos. Los 2000 habitantes de la Isla Apipé, estos ciudadanos argentinos, tienen el derecho, como cualquiera de nosotras de ejercer plenamente el ejercicio constitucional de transitar libremente nuestro País.