El jueves por la noche asistí a un momento histórico en la Liga Nacional de Basquetbol. Es la primera ocasión en que un equipo se consagró campeón por tercera vez de manera consecutiva: se trata de Peñarol de Mar del Plata, que en una reñida serie final, venció a Obras Sanitarias.

Como si fuera poco el equipo “ milrayitas ” se convirtió en el segundo equipo más ganador de la Liga con cuatro títulos, detrás de los nueve que posee Atenas de Córdoba.

Claro que la consagración tiene varias aristas que deben ser tenidas en cuenta, desde tener el técnico más ganador de la competencia como lo es Sergio Santos Hernández ( 6 títulos ), hasta poseer en sus filas al jugador más exitoso. Leonardo Gutiérrez gritó campeón en nueve ocasiones y por si fuera poco, lo hizo con cinco clubes diferentes.

A ello se le debe sumar la gran actuación del joven base Facundo Campazzo, que con tan solo 21 años fue elegido el MVP de las finales. Muy cerca de él también está Marcos Mata, quien con su juventud respondió muy bien a las exigencias. No se debe dejar de lado a los veteranos Pablo Barrios, Alejandro Reinick o del propio Tyler Field, quienes junto a Martín Leiva, fueron quienes dieron batalla en la zona pintada.

Pero la consagración cobra otra dimensión ya que es contemporáneo a mi tiempo y de allí además el significado de la consagración.

Para encontrar un momento histórico en la Liga Nacional habría que buscar en el archivo y referirse al Atenas de Córdoba, campeón con Marcelo Milanesio, Héctor “ Pichi ” Campana, entre otras grandes glorias del baloncesto argentino.

Ex jugadores que permanecen en el inconsciente colectivo del amante de este deporte. Ahora nosotros, asistimos a un “ Leo ” Gutiérrez, a un Facundo Campazzo, o al propio técnico, Sergio Hernández, nombres que hoy en día escriben la historia de la Liga Nacional de Basquetbol.

Peñarol está claro, se ganó un lugar entre los grandes de este certamen y quiere seguir escribiendo con letras grandes, así lo adelantó Leonardo Gutiérrez, que ilusionó a los seguidores de Peñarol diciendo: “¿ Quién dice que no ganemos un cuarto título ? ”.